Cuando deseamos establecer un hábito saludable en los peques, es importante hacerlos partícipes del proceso para que ellos sientan que son los causantes del éxito y atribuyan sus logros a sí mismos, estableciendo una maravillosa base para su autoconcepto y en consecuencia, para su autoestima.
Los peques nacen sin moralidad autónoma; es decir, no saben lo que moralmente está bien o está mal de manera innata. Cuando queremos establecer hábitos positivos en ellos, es importante que vinculemos ese valor a un premio externo que en nuestro caso, será en forma de halago de carácter visual con la presentación de este material.
Ayudaremos de esta forma a establecer unas rutinas en su día a día que poco a poco necesitarán de un menor refuerzo externo para convertirse en hábito y formas de hacer propias de su ser.
Lo que en un inicio es una motivación externa (nuestro halago y aplauso), dejará paso a una motivación interna (“lo hago porque me siento bien al hacerlo y creo fehacientemente que me define”).El valor de este material desde un punto de vista pedagógico, es innegable porque no sólo coloco la carita en función de mis actos, sino que lo hago con mamá o papá (confiriéndole un valor añadido de carácter social y familiar además de una acción compartida con las personas a las que quiero), y lo hago manipulativamente (lo puedo ver, tocar, mostrar y lucir).
Es muy importante que le recordemos a nuestros peques que son geniales, que valen oro como seres únicos que son y que sus actos también repercuten en el bienestar ajeno (en este caso, en el familiar).
“Eres genial, eres maravilloso, eres valioso” es ser un mantra que todo padre y madre deberían repetir a sus hijos para ayudar en la construcción a pequeños pasos de eso que llamamos AUTOESTIMA.
“Eres genial, eres maravilloso, eres valioso” es ser un mantra que todo padre y madre deberían repetir a sus hijos para ayudar en la construcción a pequeños pasos de eso que llamamos AUTOESTIMA.
Texto escrito por María Couso @play.funlearning